El próximo 4 de enero Juan Dávila se incorpora a la ficción de sobremesa de TVE para dar vida a un confiado y tímido boxeador valenciano con mucho gancho, que llega al barrio tras aceptar el trato de Íñigo para convertirse en su promotor.
Faltan tres días para que Antoñito y Lolita se den el sí quiero y todo el barrio está entusiasmado. Ramón con los preparativos, Susana con el vestido y, mientras, el Altillo y los señores preparan sus mejores galas para el gran día que oficiará Telmo y que se celebrará el 10 de enero, con la visita inesperada de Víctor y Mª Luisa.
“Acacias 38”, la serie de las sobremesas de TVE que produce Boomerang TV recibe un año nuevo que traerá consigo muchas novedades. Un nuevo personaje, Baltasar “Tito” Lazcano, al que interpretará el actor y cómico Juan Dávila, se unirá a la ajetreada vida de la calle Acacias.
Coincidiendo con la retirada de Liberto del mundo del boxeo, Íñigo conoce a Tito, un púgil valenciano recién llegado a la ciudad al que se le adivinan aptitudes y se decide a iniciarse en el negocio de promotor. Pronto le conseguirá peleas a las que Tito se enfrentará con total tranquilidad haciendo que el negocio de Íñigo y Liberto prospere. Nada hace presagiar al dueño de La Deliciosa que la inocencia de Tito les traerá problemas.
Mientras tanto, la familia Palacios está hasta arriba con los preparativos de la boda más esperada en el barrio, faltan tan solo tres días para que Antoñito y Lolita se conviertan en marido y mujer. Ramón está organizando todo sin dejar meter baza a Lolita, a la que tampoco Susana le deja modificar el vestido de novia a su gusto. Todo el barrio se prepara para el día del enlace, ajeno a la inminente visita de dos antiguos y queridos vecinos, Víctor y Mª Luisa. Ambos llegan por sorpresa y ella se encargará de acompañar a un emocionado Antoñito al altar.
Lucía acepta la proposición de matrimonio de Samuel y Celia dará la noticia de su embarazo. Entretanto, Espineira continúa chantajeando a Telmo y le amenaza con matar a Fray Guillermo.
Tito Lazcano (Juan Dávila)
“Tito”, es un púgil de carácter tranquilo e inocentón que parece incapaz de matar a una mosca, pero cuando se pone frente al saco, golpea como un huracán. Acaba de llegar a la ciudad y, por lo que se rumorea en la sociedad gimnástica, es como “una mina de oro” por explotar. Íñigo queda impactado por la nobleza y timidez de Tito y decide hacerse su promotor: se hará cargo de los gastos de su carrera a cambio de repartir las ganancias de cada contienda. Tito acepta, obediente y entregado.
Pero el buen carácter del púgil hace que todo el barrio advierta a Íñigo. ¿Está seguro de que alguien con esa candidez es capaz de ganar un combate de boxeo? Íñigo está convencido de que así será, pero lo que no se espera es que la ingenuidad de Tito vaya a poner la vida de sus seres queridos en peligro…